domingo, 1 de junio de 2014
Y es que todavía no me había atrevido a escribirte, aunque sé que tu ya lo sabes. Hace 2 meses desde que te fuiste, y nadie (a quien no le haya pasado) sabe lo que es el dolor de perder a una madre. Te diagnosticaron un cáncer hace 3 años, del que con mucha fuerza y peleando mucho conseguiste vencer al bicho. Y desde entonces, si antes te cuidaba, desde ese momento no he dejado de estar pendiente de ti ni un dia, ni un minuto...Supe, lo que de verdad era el valor de tener una madre, supe lo que es coger la riendas y hacer por ti lo que tú hiciste por mi estos 19 años, cuidar de ti tan bien como tú has cuidado de mi, y creo que lo he conseguido, he aprendido a ser cocinera para ti, farmacéutica y administrarte tus pastillas, y conseguiré serlo de verdad por ti, he aprendido a buscar remedios para todo lo que te pasaba, a pensar más en tu bienestar que en el mio propio. ¡Cuántas veces nos hemos quedado despiertas tu y yo a que se te pasaran los vómitos o la fiebre! ¿verdad?. Este maldito bicho te ha separado de mi, intento pensar que estás mejor, que ya no te duele nada, que me estás cuidando igual pero desde arriba, pero yo te busco, necesito escuchar tu voz, necesito llegar a casa y correr a darte un beso, necesito que me animes, necesito que me regañes, que me enseñes, porque has sido una excelente maestra. Te necesito y no sabes cuánto. Sé que estabas orgullosa de lo pendiente que estaba de ti, y yo estoy orgullosa de haberte tenido como madre, de ver lo fuerte que has sido, y una luchadora siempre, de tener coraje y afrontar las cosas. No pude haber tenido otra madre mejor. Estoy orgullosa de haber sido la última en darte de comer, en hacerte reír...y nunca nunca nunca se me va a olvidar como me apretaste la mano antes de irte. Nunca te olvides de que te quiero con locura, y que voy a ser fuerte como tú me has enseñado. Te echo de menos mami.
